21/9/09

puntos suspensivos

Comenzamos a pensar en nuestras posibilidades cuando ya estamos hasta las manos metidos en un problema y este no se resuelve como queremos o pensabamos. El problema comienza cuando al percatarnos de la situación, tomamos el camino que parece más fácil o el manotón de ahogado.

Qué hago ahora?qué dejo de hacer?cómo lo hago?todas estas son preguntas casi retóricas en esos momentos, si fue a la derecha y no funcionó, entonces la izquierda, si fue blanco, entonces negro, si fue amor, entonces odio.

Generalmente el buscar el opuesto no funciona, porque es inútil hacer que nuestros sentimientos o posturas varíen tan bruscamente de un segundo para el otro. El inconsciente nos aniquila. Puedo pensar que quiero algo, pero ante presión actúo como si algo mecánico me guíara, sin importar cuan pensada y razonada tenía mi última decisión.

Hay muchas veces que las cosas no se dan como uno las planea por propias negligencias, mientras que en otras, son factores externos que nos impiden alcanzar lo que deseamos.
Cómo saber?cómo anticiparse ante esas posibilidades?ojos bien abiertos, oídos bien atentos no deben de ser las únicas medidas, pero como mínimo son las básicas existenciales. A veces, surge la cuestión de si ya sabía porque algo era de un modo con antelación, porqué igual me meto?es acaso un tema de rebeldía, deseo o masoquismo? qué es eso de nosotros que nos hace proclives a caer en situaciones complejas y otras veces un tanto dolorosas? Aún siendo cautos..aún teniendo en cuenta todos los riesgos, siempre , SIEMPRE, se da el margen de error. Y ese error a veces cuesta caro.

21/1/09

- Cuando me hablan del destino -

La vida es un aleatorio. Desde que nos despertamos, hasta el último parpadeo por la noche. Y no siempre la música es linda, de esas que uno elige escuchar, las “up”. Están esas, pero también están las otras, las que nos hacen sentir identificados por una relación, no necesariamente agradable, las que nos recuerdan momentos, lindos, malos, los que sean. Pero no siempre podemos elegir la siguiente canción, la historia que seguirá en nuestra vida, el rumbo que tomen las cosas.

Siempre me pregunte cual es el método para elegir una canción en el aleatorio de mi ipod, y por más estúpido que suene, no le encontré un sentido. Ni al aleatorio del ipod, ni al aleatorio de la vida.

¿Cómo hago yo para cambiar en la realidad, la canción que el aleatorio determinó? Porque.. digamos, es fácil apretar un botoncito en un reproductor de música, si la canción que escucho me hace sentir triste, melancólica, pensativa o de hecho no me gusta. ¿Cómo se hace para zafar de esas en la realidad? Yo puedo decidir mi estado, de qué manera enfrentar al mundo, a la “canción”, pero por momentos esa canción elegida por el aleatorio puede terminar consumiéndome. Soy parte de un torbellino impulsado por un aleatorio, al cual no le encuentro sentido.

¿Qué me queda por hacer? Sólo se me ocurre que hay que volverse fuerte, fijar objetivos claros, seguros, y tratar de saber (y recordarlo a cada momento) que la canción puede durar un minuto o quizás mucho mas, pero a pesar de eso, después de esa, viene otra y otra, quizás mucho mejor, o mucho peor, pero que me encuentre fuerte y segura de lo que en verdad quiero para mi vida.